Recuperé mi antigua vida!

By Sofi.

El Jueves 11 me llevé una sorpresa. De las gratas. Esa mañana había ido al Jardín con mi abuela Carmen y si bien pasé una mañana muy linda y divertida con mis amiguitos y mi maestra Connie, mi sensibilidad estaba llegando a su punto límite. Toda esta movida de vivir con los abuelos, no ver en casa a mamá y papá, el hermanito nuevo y los restos de bronquitis ya estaban llegando al grado cúlmine de mi tolerancia. Y de repente, ese mediodía, en vez de ver a Carmen por la puerta del Jardín, aparecieron mamá y papá, vinieron a buscarme los dos juntos, para volver a casa. Como antes. Con la vida de antes. Aunque con un integrante más. Pero eso ya no me molestaba. Estaba ansiosa por que todo volviera a la normalidad. Extrañaba mucho. Por eso cuando los vi mi reacción no pudo ser otra que un llanto desconsolado. Pero no estaba triste, todo lo contrario. Eran lágrimas de alegría, de emoción, de nervios...
Ya con ellos me sentí tranquila, y nos fuimos los tres juntos a casa. Mi excitación era indescriptible. Veanlo ustedes mismos...


¡Qué lindo estar de nuevo en casa y en familia!